Probablemente, esta sea la última entrada “oficial” que haga
en este blog… es difícil no sentir cierta nostalgia, parece que fue ayer y han
pasado cuatro meses... ¿qué digo? ¡¡han pasado cinco años!! Increíble… esto precisa
una inevitable reflexión.
Cada día es intenso, único e irrepetible y una vez más soy consciente de cuántos de esos días tiramos “literalmente” al saco del olvido.
Cada día es intenso, único e irrepetible y una vez más soy consciente de cuántos de esos días tiramos “literalmente” al saco del olvido.
Parece que este escrito me está saliendo un poco
melancólico, pero pienso en la de horas que hemos compartido, proyectos, alegrías,
más de una rabieta producida por el trato injusto de alguno de nuestros dómines…
y esto termina, ciertamente, como nuestra exposición, estamos en la frontera
del fin y del principio de… otra cosa. ¿Quién sabe si será mejor? para algunos,
seguro, ojalá para todos, pero, indudablemente, será diferente.
Bueno, para reconducir el tema al que tendría que haber ido
directamente, (disculpar la pedantería y el exceso de sentimentalismo) hoy
hemos visto con Emma y María Jesús las cosillas que quedaban pendientes para
Farnesio, parece que toma cuerpo y que al apretar el tiempo, las funciones se
definen, se eliminan las prescindibles y se pone más ganas para las realmente
importantes.
Estoy segura, que será un éxito.
¡¡Suerte a todos!!
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